La campaña contra la londinense Marks & Spencer reunió a 14.000 personas. La popular cadena cobraba unos US$ 3 más por los talles mayores, lo que fue considerado discriminatorio por las usuarias.
La política de la empresa era clara: cobrar más por los corpiños más grandes. Pero tras varios días de aplicar la tarifa diferenciada, la tradicional casa londinense Marks & Spencer –una de las mayores de Inglaterra en su sector- decidió dar marcha atrás y declararse perdedora en la llamada "Batalla de los bustos". El factor clave fue una importante campaña en Facebook encarada por una consumidora, que logró reunir a otras 14 mil personas enojadas con la medida.
"Hemos oído que nuestras clientas no están contentas con los precios de nuestros sostenes de tallas grandes y reconocemos que hemos metido la pata", expresó la cadena a través de un comunicado.
Además, publicó un aviso en los principales diarios de Londres, en el que anuncia la marcha atrás con la medida, pide disculpas y lanza un descuento especial del 25 por ciento para todas sus prendas, en todas las medidas, durante dos semanas.
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8.5.09
Tras una campaña en Facebook, una empresa dejó de cobrar más por los corpiños más grandes
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