19.4.09

Secuestrados por el teléfono móvil

Perderse por Nueva York es difícil. Las doce avenidas principales numéricas (paralelas al río Hudson) y las 155 calles que las atraviesan evitan que orientarse en la Gran Manzana sea como resolver un jeroglífico.

Pero, aun así, cualquiera puede despistarse. Hace unos días esperaba a dos amigas para ir a cenar a un restaurante argentino ubicado en el barrio del Soho. A pesar de que establecimos el punto de encuentro en el cruce de dos calles, ellas, tras llegar al Soho en metro, eligieron la salida de la estación errónea e ignoraban cómo acercarse hasta donde yo me encontraba. Ante la duda, preguntaron a un neoyorquino que, para evitar complicaciones, sacó un Iphone, el teléfono móvil de Apple, de su bolsillo. Desde allí accedió a la página web de Google Maps e introdujo mi ubicación en el buscador, proporcionándoles así las indicaciones exactas para llegar a destino en cuestión de segundos. Esta escena es un ejemplo de la generalización de las tecnologías de la comunicación en Estados Unidos, un país donde existen 100 millones de usuarios que utilizan sus teléfonos móviles de tercera generación (3G) para acceder a Internet, según la consultora Chetan Sharma. Este importe supone alrededor del 40% del total de suscriptores a la red de redes. La pasión de los estadounidenses por los dispositivos móviles de Internet está a salvo de la recesión económica que atraviesa el país desde diciembre de 2007. En el cuarto trimestre de 2008, últimos datos disponibles, los ingresos generados por el tráfico de Internet desde dispositivos móviles se elevaron un 7,3% sobre el trimestre anterior y un 38,7% sobre el mismo periodo de 2007, hasta alcanzar los 9.400 millones de dólares (7.206 millones de euros). En el conjunto del año pasado, la cifra ascendió a 34.000 millones. Este importe supuso el 25% de los ingresos totales de las operadoras de telefonía móvil.

(...)cada vez existen más estadounidenses que han convertido a su móvil en el cordón umbilical que les permite estar conectado a redes sociales como Facebook, Twitter o MySpace y comunicar a sus amigos dónde se encuentran o qué están haciendo en este mismo instante. Los aficionados más adictos a las redes sociales actualizan sus páginas al minuto, explicando qué ropa se han puesto ese día, qué alimentos han comido, cómo ha sido el trayecto de casa a la oficina, cuánto le ha costado la factura del parking o qué acciones han vendido. También relatan cuál ha sido la última ocurrencia del jefe o qué ha salido de su nariz tras sonarse con un pañuelo de papel. Todos estos ejemplos están basados en historias reales. Los expertos empiezan a destacar los peligros de vivir prácticamente secuestrados por el teléfono móvil para acceder a Internet, centrándose en el universo online y marginando a las relaciones personales.

Más en Expansión.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails

Archivo del blog